Por Vanesa Meléndez

Llegué a Guadalupe hace ya 8 meses. La idea era hacer un voluntariado con Fundación Saimiri durante 3 meses. Hace unos años (3 o 4), descubrí que mi verdadera pasión y a lo que quería dedicarme era al estudio de primates, así que venir aquí me parecía una buena oportunidad para seguir formándome estudiando al mono tití (Saimiri oerstedii).

Cuando se acercaba la fecha de irme (finales de Febrero), no me había dado tiempo a nada! Aún tenía mucho que aprender sobre estos pequeños “monetes” , muchos lugares que visitar y quería seguir compartiendo tiempo con las personas de la comunidad y con nuevos amigos que acababa de conocer. Decidí cambiar mi vuelo, tres meses más!

En estos tres meses, continuamos estudiando al mono titi ( ya caminaba por el bosque sin caerme cada dos minutos) y seguimos haciendo cursos y actividades para los niños y niñas de la comunidad. Pero lo que más recuerdo son los viajes a Carate y Drake, Puerto Jiménez, Guaymi, Playa Blanca, Playa Colibrí…Creo que parte de la experiencia de hacer un voluntariado es conocer un lugar nuevo, explorarlo y poder compartir momentos con las personas locales.

Pues bien, 6 meses tampoco fueron suficientes y cambié de nuevo mi vuelo (esta vez es definitivo, el 20 de Agosto estaré de vuelta en España). Ahora soy coordinadora de voluntarias en la Fundación, un papel un poco diferente pero muy fácil de llevar a cabo con Vic, Audrey y Margaret. Además, sigo yendo al campo a estudiar a los monos y disfrutar de poder compartir con ellos y conocer mejor la especie.

Sin darme cuenta ya solo me quedan dos semanas en Guadalupe, qué triste! En estos meses no solo he aprendido sobre el mono tití, las plantas y cómo moverme en el bosque.

Esta comunidad me ha enseñado lo que es de verdad compartir, abrir las puertas de tu casa a alguien que no conoces de nada y hacerle sentir como parte de la familia.

No sé a quién le daría las gracias antes, creo que a la familia con la que he vivido todos estos meses, han sido PURA VIDA conmigo, incluso en los malos momentos (que también los ha habido) me han cuidado como una hija más.

De esta experiencia me llevo muchos buenos recuerdos, he conocido lugares increíbles y personas que valen muchísimo y que no olvidaré.

Todavía me quedan 2 semanas, a disfrutar y PURA VIDA!